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Todas las entradas para el mes de 22 May 2013
Vinos & Bodegas seleccionó cinco ejemplares que no fallan y de los más diversos estilos. Opciones que van de los 47 a los 210 pesos
Durante años, el único apellido que se le conocía al Cabernet era «Sauvignon«. Sin embargo, a medida que se fue sofisticando el mercado, la demanda comenzó a indagar en búsqueda de otras variedades y las bodegas comenzaron a hilar fino en la calidad, surgió otro apellido: «Franc».
Así, hoy en las góndolas de los supermercados o en los estantes de las vinotecas es común ver cómo estos ejemplares van ganando terreno. Y si bien al «histórico» Cabernet en el mediano o largo plazo no le hará sombra, resulta sano que, en una charla, se requiera aclaración cuando alguien habla de «Cabernet» a secas y no defina a cuál de los dos estaba haciendo referencia. Es un avance, sin dudas.
En la actualidad, esta variedad -que en general ofrece un perfil más fresco y mentolado que su «descendente» Cabernet Sauvignon- se cultiva en mayor proporción en Mendoza, pero también está presente en provincias como San Juan, La Rioja, Salta, Río Negro, Neuquén y La Pampa. También se están haciendo estudios y pruebas en Buenos Aires y Tucumán.
Se estima que hoy por hoy hay unas 650 hectáreas plantadas con Cabernet Franc, lo que implica un crecimiento de 8,5 veces respecto a los niveles del año 1990, si bien todavía está lejos de las cerca de 18.000 hectáreas que ostenta la Cabernet Sauvignon.
En este contexto, desde Vinos & Bodegas sugerimos un Top 5 de etiquetas de diferentes estilos entre sí y que son aptas para todos los bolsillos, dado que van de los $47 a los $210. A tomar nota…
Martino Cabernet Franc 2011 – Bodega Fincas Don Martino – Precio sugerido: $83
Este ejemplar, producido por la recientemente relanzada bodega Fincas Don Martino, está elaborado a partir de viñedos ubicados en Maipú. Se caracteriza por el buen balance entre los frutos rojos maduros, el clásico especiado y una nítida nota balsámica. Su paso de doce meses por barricas francesas y americanas aportan complejidad, con aromas que recuerdan al chocolate. Es un vino de buen cuerpo pero de paso bastante ágil, con una buena acidez que le confiere unespíritu fresco, fiel a las características que le imprime la cepa. Su final medio-largo potencia los aromas propios de la madera, además de sentirse a pleno su cuota mentolada. Amigable al paladar.
Lagarde Guarda Cabernet Franc – Bodega Lagarde – Precio sugerido: $147
Añada tras añada, es de los Cabernet Franc más seductores del mercado. Y esta cosecha lo ratifica nuevamente. Este ejemplar -elaborado por un enólogo de perfil bajo pero con un legajo intachable como Juan Roby Stordeur, a partir de viñedos ubicados en Luján de Cuyo- entrega unanariz elegante por definición, con notas de frutos rojos maduros, especias y una pizca de mentol. Sus doce meses de paso por barricas de roble francés aportan una levísima nota de chocolate. En boca avanza con suavidad, de la mano de taninos redondos y la acidez propia de la cepa. El final es largo y cargado de frutas, pinceladas balsámicas y aromas heredados por la madera. Este Cabernet Franc toca la fibra sensible de quienes gustan de los vinos elegantes.
Lamadrid Cabernet Franc Reserva 2010 – Bodega Lamadrid – Precio sugerido: $84
Un buen ejemplar que lo revisitamos cada vez que podemos. De la mano de los consagrados hermanos Durigutti, la bodega alumbra un Cabernet Franc que ofrece notas de frutos como mermelada de grosellas, con un pimiento elegante y sutil, bien mesurado. Sus más de doce meses de paso por barricas suman vainilla y un buen tostado. En boca es un vino sabroso, estructurado, con taninos firmes que vienen evolucionando bien en botella y le aportan músculo. A medida que avanza, se amplifica el aporte de la fruta y queda el recuerdo de una nota de humo. Está listo para beber, pero de aquí a seis meses más seguramente vaya encontrando su plenitud.
Viñas de Narváez Cabernet Franc 2011 – Bodega Rosell Boher – Precio sugerido: $47
Esta línea de la bodega se caracteriza por ofrecer propuestas con excelente relación calidad/precio, no siendo la excepción este Cabernet Franc joven que, a partir de viñedos ubicados en Valle de Uco, ofrece una nariz amable, nada estridente, con una paleta que incluye frutos rojos, notas especiadas, como clavo de olor, y una cuota del clásico pimiento. En boca, su cuerpo medio amable da paso a un vino de avance fluido, grácil y fácil de beber. Es un buen ejemplar para aquellos que no conocen tanto de esta cepa y necesitan de una bienvenida amable al mundo del Cabernet Franc.
Casarena Single Vineyard Cabernet Franc 2010 – Bodega Casarena – Precio sugerido: $210
Es una bodega que, con poquísimos años en el mercado, no para de alumbrar etiquetas interesantes. Aquí te presentamos el último gran lanzamiento: todavía no vio la luz y recién saldrá a la venta en unos 60 días. Y nuestro veredicto es muy simple: si sos fanático del Cabernet Franc, no te lo pierdas. Este single vineyard, que cuenta con la firma de Alejandro Sejanovich y Bernardo Bossi Bonilla, se elabora a partir de viñedos ubicados en Agrelo, Luján de Cuyo. Es un manual abierto sobre lo que puede entregar esta variedad: en la copa se luce de la mano de aromas bien francos, con fruta roja bien madura, toques especiados y notas de vainilla y chocolate, sobre un fondo tostado, propios de su paso por 18 meses por barricas de roble francés. En boca es un vino muy amplio, con paso envolvente y muy buena acidez, que evita que todas las cualidades anteriores redunden en un vino pesado. Su final es largo y deja un grato recuerdo a tabaco y chocolate.Elegante y sofisticado.
Por Sebastián A. Ríos / @sebastrios
Especial para ConexiónBrando
Diecinueve bartenders top de todo el mundo se han dado cita en Puerto Rico para participar de una contienda de nivel internacional que se realiza allí esta semana con motivo de la celebración de los 150 años de Bacardí, una de las más tradicionales casas elaboradoras de ron. La Argentina estará representada en la final global del Bacardí Legacy Cocktail Competitionpor Lastcall (última llamada), un trago original especialmente desarrollado para esta competencia por el bartender Lucas López Dávalos.
» LastCall es el término utilizado en cualquier bar para comunicarle a los comensales que se va a servir la última ronda de tragos y la barra cierra. A mi me paso algo parecido con el cocktail: termine de crearlo horas antes de que cierre la inscripción a la competencia», cuenta Lucas,Chief Bartender del palermitano Isabel Bar & Restaurant, y agrega: «Todo surgió una noche, leyendo una biografía del célebre escritor Ernest Hemingway, donde mencionaba que terminaba sus noches compartiendo drinks con Bacardí y jugo de pomelo».
A continuación, el trago que representa a la Argentina en el Bacardí Legacy Cocktail Competition 2013, y otros cuatro no tradicionales con ron. Si bien es cierto que algunos exigen ciertas destrezas culinarias y se realizan a partir de ingredientes que pueden no encontrarse en cualquier alacena, otros no demandan muchas más que ganas, algunos elementos de fácil localización y, por supuesto, ron. Empecemos – ¡qué ironía! – con el Lastcall.
– Bacardi superior 50ml.
– Martini Rosso 20ml.
– Jugo de pomelo 50 ml.
– Clara de Huevo ½.
– Almibar de Canela 20ml.
Preparación: Agregar todos los ingredientes en una coctelera y batir vigorosamente, luego servir sin hielo, en una copa martini previamente enfriada. Una piel de pomelo rosado exprimida sobre la preparación permitirá obtener el aceite de la cáscara dejando muy perfumado todo el cocktail. Para obtener almíbar de canela,hervir partes iguales de agua y azúcar junto a unas cuantas ramitas de canela. Para obtener 1/2 litro de almíbar: 500cc agua, 1/2 kg de azúcar, 7 a 10 gr de ramas de canela. Decoración ( garnish ): cortar cáscara de pomelo en finas tiritas en forma de Pelitos y algunas ramitas de canela.
– Ron 60 ml.
– Angostura bitters 2 dashes.
– Orange bitters 1 dash.
– Azúcar 1 cuchara.
– Agua con gas o soda 1 dash.
– Pomelo Rosado 1 rodaja.
Preparación: En un vaso de whisky colocar el azúcar, los bitters y unas gotitas de agua; mover el vaso hasta formar una mezcla uniforme del mismo color, como un caramelo (naranja claro). Pasarla por todo el interior del vaso hasta que quede «pintado» con este caramelo, Luego agregar hielo entero y el ron; con una cucharilla remover el fondo, permitiendo que el ron se mezcle con el caramelo y quede bien frió. Agregar un dash (chorrito) de soda volver a remover y agregar una rodaja de pomelo rosado. Para terminar, una piel de pomelo rosado exprimida sobre los mismo, permitirá obtener el aceite de la cáscara dejando muy perfumado todo el cocktail.
– 2 ½ partes de ron.
– 3 gajos de lima.
– Azúcar.
– Hielo.
Preparación: Machacar en un vaso de trago corto ( Old Fashioned ) la lima y el azúcar, a fin de extraer su jugo. Llenar el vaso de hielo bien roto. Completar con el ron. Batir directamente en el vaso.
– 2 partes de Bacardí Flavour Arctic Grape.
– 3 partes de gaseosa Lima Limón.
– Rodaja de limón.
Preparación: Llenar el vaso con hielo. Agregar dos partes del ron y tres partes de gaseosa lima limón. Decorar con una rodaja de limón.
– 2 partes de Bacardí Flavour Grand Melón.
– 3 partes de gaseosa Pomelo.
– Hojas de menta.
Preparación: Llenar el vaso con hielo. Agregar dos partes del ron y tres partes de gaseosa pomelo. Decorar con hojas de menta.
Por Joaquín Hidalgo
A continuación, les contamos por qué y cuáles vinos conviene probar.
La pizza es cosa seria en Argentina. Un poco porque es una comida relativamente barata y al alcance de casi todos los bolsillos, y otro poco porque, en materia de harinas, quesos y tomates, nuestro país tiene productos de alto vuelo.
Pero hay muchos países que tienen las mismas condiciones y que no son devotos de la pizza. Aquí, sin embargo, cualquier día es bueno para ir a la pizzería del barrio con amigos y probar alguna de las muchas variedades: de media masa, a la piedra, calzones rellenos, con o sin fainá; y eso para no entrar en materia de sabores, como napolitana, mozzarella o cuatro quesos, por tomar nota de los clásicos nomás.
Cualquiera sea el caso, con nuestra pasión pizzera sorprende el error en el que incurrimos instintivamente los argentinos: la bebida para acompañarla. La tradición local indica que la cosa es con cerveza. Aunque la bebida perfecta para darle nervio a una rica pizza es el buen vino: tinto, rosado o blanco. Si no, hagan la prueba y nos cuentan.
La razón es técnica, si se quiere. Ingerir una bebida gaseosa fría junto a un plato caliente no es precisamente saludable. Y así, un poco por una empatía de precios –la pizza es barata, la cerveza también– los argentinos no hemos podido dar el paso que convierta a la pizza en una gloria. Salvo en compañía del Moscato, donde a la fecha las pizzerías son un canal vital para esta bebida, especialmente en las pizzerías históricas.
Pero no todos los vinos maridan bien con una «muza». Un tinto potente y con madera será la peor opción, porque no podrá refrescar nunca la boca ni la pizza contrapesar su potencia. Tintos frutados, suaves y ligeros, en cambio, ofrecerán el contraste ideal, lo mismo que blancos intensos y rosados de rica aromática. Y algunas pizzerías parecen haber tomado nota de este punto, porque comenzaron a incorporar vinos a la medida de sus propuestas.
Y si estás pensando en hacer unas ricas pizzas, ¿cuáles conviene comprar? A continuación una selección de tintos y rosados pizzeros, para levantarle piné a la clásica muza.
Goyenechea Rosé 2012 ($28). Ágil, frutado y de buena frescura, este rosado es perfecto para acompañar desde mozzarellas a fugazzetas de media masa. Como todo vino de su condición, es mejor beberlo frío, nunca helado.
Jean Rivier Rosé 2012 ($35). Destaca por su buen perfume y boca entre amplia y de acidez chispeante. Ahí está el secreto para acompañar bien los aromas intensos de una napolitana con abundante ajo y tomatas quemantes.
Amalaya Rosé 2012 ($49). De aromas punzantes y bien marcados, el truco de este vino está en su boca seca y tersa. Combinará muy bien con todo tipo de pizza, en especial las de rúcula o espinaca.
Casarena Esencia 505 2011 ($49). Blend ejemplar a la hora de las pizzas, aquí manda la textura suave y su marcado sabor de frutas rojas. Perfecto para acompañar una muza a la piedra pintada con oliva extra virgen, orégano y ají.
Durigutti Bonarda 2011 ($60). Tinto emblemático de la variedad, destaca largamente por su suave y cordial paso. Frutado y expresivo, es un todo terreno a la hora de las pizzas clásicas. ¿El truco? Su moderada frescura acompaña cualquier salsa de tomate.
Saurus Pinot Noir 2011 ($65). Los buenos Pinot son tintos pizzeros por excelencia, porque en su contenida expresión frutal, algo exótica, y en su boca de textura suave y sabor potente, se esconde el secreto de su buena combinación. Saurus no es la excepción.
Padrillos Pinot Noir 2011 ($70). Ligero al tacto, de moderada acidez y una textura tersa y apenas rugosa, este Pinot es candidato a las pizzas con diversos quesos y mozzarellas, aunque también va con una fugazzeta. Cuánto mejor si son a la piedra.
Inéditos Bonarda Pura 2012 ($100). Una rareza que cumple el canon pizzero pero no vinero, con poca estructura, mucha ligereza y bajo alcohol (11,5%). De ahí que resulte un tinto chispeante y de intensidad para avanzar sobre casi cualquier tipo de pizzas. No es fácil de conseguir. Pero conviene probar.