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Todas las entradas para el mes de 24 octubre 2012
Dicen Que la reina Mary I de Inglaterra fue responsable del genocidio protestante más sangriento del siglo XVI. Por eso la llamaron Bloody Mary. Dicen también que así se llama el espíritu de una mujer que al ser invocada pronunciando su nombre tres veces, revela a las mujeres ansiosas por casarse, la identidad de su futuro marido.
No hay información muy precisa de porqué este coctel se bautizó bloody mary. Yo estoy segura que tiene todo que ver con el espíritu de la adivina de maridos. Si un pueblo entero pudiera anticipar su desgracia, seguro se habrían inventado una cura para la depresión. Puedo comprender cómo en ese pueblo las mujeres se volvieron alcohólicas. O ¿que harían ustedes si les avisaran que les queda poco tiempo antes de convertirse en la feliz y eterna esposa del vecino zángano, mueco y con halitosis? Seguro este trago se lo inventaron para curar el guayabo de todas esas pobres desdichadas que se emborracharon hasta más no poder.
Hoy, en pleno siglo XXI, cuando las mujeres podemos escoger con quién casarnos y con quién no, el bloody mary sigue siendo un traguillo para enguayabados. Yo, enguayabada o no, lo encuentro siempre deseable. Servir un bloody mary es como un ritual pagano en el cual todos enjuagamos los pecados. Reunidos. Charlando. Con gafas oscuras al rayo del sol. Con escalofrío, mareo y talvez desasosiego. Con veras a expiar un dolor tácito y colectivo. Con ganas de comer, con ganas de olvidar. Pero no, por lo general esta pócima no se bebe para olvidar las penas. Éstas ya fueron bebidas el día anterior. Gritadas a los cuatro vientos. Rugidas en un vallenato o un reggaeton. El bloody mary se bebe para olvidar lo que se bebió para olvidar. Es una cura para eliminar el remedio que curó la enfermedad.
Verán, estando aún en el mes del amor y la amistad, es pertinente esta receta. Un bloody mary artesanal que no se toma los sentimientos a la ligera. No se contenta con mezclar par jugos, par especias y un buen licor. Este trago es un proceso para ser sentido, vivido, picado, cocinado, licuado y servido. Es como una procesión en la cual el sentimiento, cualquiera que sea, es masticado lentamente para después ser desangrado. Si lo pensamos despacio, es tan válido sangrar por una alegría como por una pena. Por una obsesión como por un desinterés. Por un dolor que mata, pero que a la vez es delicioso sentir. Todo esto es estar vivo, el dolor y el placer.
Por eso a los amigos y a los amantes que en este mes no se llenaron de flores, besos y chocolates. A aquellos que aún queriendo no se pudieron amar. A aquellos que bebieron el trago amargo y pisaron la copa rota. Los invito a brindar con este trago que aguijonea los sentidos y hace de lo dulce un efecto innecesario.
Bloody Mary Artesanal
(12 personas)
Yo prefiero cocinar las verduras en la olla a presión para ahorrar tiempo y gas.
La receta original en la revista Bon Appétit pide horseradish, que es un rábano picante. En Colombia no se consigue este ingrediente así que lo reemplacé por wasabi. Si encuentran horseradish, pónganle 1 cucharada pelado y rallado.
También, si encuentran, pueden reemplazar las hojas por un bulbo pequeño de hinojo que se cocina con el resto de las verduras.
Si no consiguen semillas de apio o celery, pueden licuar unas 4 hojas de ésta verdura con los tomates.
Si no les gusta el vodka prueben con Ginebra.
INGREDIENTES
1 1/2 lb de tomates maduros (6 medianos aprox.)
1 zanahoria grande, pelada y cortada
1/2 tallo de apio
1 ají dulce grande o jalapeño
1 diente de ajo grande, pelado
1 hoja de laurel
1 cucharada + 1 1/2 cucharadita de sal marina, separadas
4 cucharadas de jugo de limón (2 limones grandes)
2 ramas de hojas de hinojo (1/4 taza)
1/2 cucharadita de semillas de apio (celery)
6 cucharadas de salsa worcestershire (o inglesa)
1 cucharada de salsa de ají picante
1/2 cucharadita de wasabi en pasta
2 cucharaditas de pimienta negra, molida grande
1 taza de cerveza negra
3 tazas de vodka
Hielo en cubos
Cascos de limón
INSTRUCCIONES
Lavar y cortar los tomates en trozos grandes. Poner los primeros seis ingredientes en una olla grande y cubrir con agua (6 tazas aprox.). Cuando haya hervido bajar el fuego a medio y cocinar hasta que los vegetales estén muy blandos (30 minutos aprox.).
En la olla a presión: poner los primeros seis ingredientes en la olla a presión y cubrir con agua (6 tazas aprox.). Cocinar por 8 – 10 minutos después de que haya pitado o hasta que las verduras están muy blandas.
Con ayuda de un mortero o molino de especias, triturar 1 1/2 cucharadita de sal marina con las semillas de apio.
Pasar las hojas de hinojo por agua caliente 15 segundos para extraer su aroma.
Retirar las verduras de la olla y descartar la hoja de laurel. Agregar el jugo de limón, 1 cucharada de sal marina y las hojas de hinojo. Licuar las verduras con el agua hasta tener una mezcla homogénea. Proceder por tandas para no llenar demasiado la licuadora. Agregar agua, si es necesario, para completar 8 tazas de jugo.
Incorporar todos los condimentos y la cerveza al jugo de tomate. Cubrir y enfriar la mezcla en la nevera de preferencia toda la noche y mínimo 3 horas.
Al momento de servir mezclar el vodka al jugo de tomate y corregir el limón. Llenar 12 vasos altos con hielo y dividir el bloody mary entre los vasos. Decorar con una rama de apio y rodajas de limón.
Salud!
El desayuno es fundamental para tener una alimentación equilibrada y buena salud, una buena nutrición es clave para que el cuerpo tenga las energías necesarias para comenzar el día.
Muchas personas no comprenden la importancia que tiene el desayuno, es la primera comida del día luego de aproximadamente 8 horas de descanso, por lo que resulta imprescindible romper ese ayuno incorporando alimentos que aporten energía.
No es extraño que hombres y mujeres que buscan perder peso decidan saltearse esta comida. Sin embargo lo único que se logra con esto es sentirse irritable y agotado, ya que el cuerpo carece de glucosa para activarse y enfrentar las tareas de la jornada.
Además, cuando el cuerpo tiene hambre, en lugar de quemar las calorías que recibe, las acumula como reserva en forma de grasa.
Tips para armar un buen desayuno
El desayuno forma parte del 20% o 25% de las calorías que hay que ingerir en el día, por eso debe ser equilibrado para que aporte los nutrientes esenciales. Un buen desayuno debe incluir.
Pan o cereales, preferentemente integrales. Contienen mucha fibra y proporcionan al cuerpo carbohidratos en forma de energía, vitaminas y minerales.
Productos lácteos. La leche o yogur descremados aportan proteínas, calcio y vitaminas.
Frutas o jugo exprimido. Brindan al cuerpo carbohidratos, agua, vitaminas y minerales. La fruta entera o con jugo de pulpa también aporta fibra.
Otros productos. Se puede ingerir café o té que actúan como estimulantes, al igual que productos derivados de la carne, como el jamón (en porciones chicas) o huevos, que contienen las proteínas fundamentales para construir tejidos y células. Es saludable también incluir, en pequeñas cantidades, queso bajo en grasas y manteca.
La necesidad de un buen desayuno
El desayuno todas las mañanas es fundamental por las siguientes razones
Mantiene un estado nutricional correcto ya que aporta al consumo diario vitaminas y minerales.
Mejora el rendimiento intelectual y físico desde el momento que en el organismo se pone en marcha un mecanismo que altera el nivel aceptable de azúcar en la sangre.
Ayuda a bajar de peso o a controlarlo porque mantiene el estómago lleno hasta la próxima comida y así evita los típicos atracones.
Ayuda al tránsito intestinal y mejora los niveles de colesterol debido a la fibra que aportan los cereales integrales y las frutas.
Despertar e iniciar el día con un delicioso jugo, forma parte del ‘desayuno perfecto’ para muchas personas. Después de todo la televisión y otros medios de difusión han hecho énfasis en que beber un buen concentrado de frutas o verduras cada mañana nos trae muchos beneficios, pero ¿realmente es cierto?Es innegable que las frutas y las verduras traen muchos beneficios a nuestra salud; los nutrientes que estos alimentos nos pueden proporcionar son variables, pero siempre recomendados para su consumo regular. Sin embargo no es lo mismo comer una fruta o verdura en su presentación natural que ingerirla en jugo, pues cuando se habla de concentrar dos o más piezas en un zumo, la cantidad de sustancias útiles a nuestro organismo es evidentemente mayor.
UNO DE NARANJA
Los jugos cuentan con tantas presentaciones y variedades como gustos, frutas y vegetales existen en cada zona del mundo; aun así, sin duda alguna el más común es el de naranja. Si alguna vez se ha preparado usted mismo este delicioso líquido, sabrá que para llenar un solo vaso es preciso exprimir varias; de hecho, en promedio hacen falta ocho naranjas pequeñas para llenar un vaso de 450 mililitros. Ahora, hagamos un cálculo: cada naranja cuenta con aproximadamente 35 calorías, así que ese vaso de jugo contaría con alrededor de 280 calorías. Esa cifra es relativamente aceptable en el consumo calórico promedio para una persona… no obstante hay que evaluar algo más que el número de calorías: una sola naranja contiene la cantidad necesaria de azúcar para satisfacer los requerimientos humanos durante 12 horas. Dicho de otro modo: a través del zumo estaríamos ingiriendo ocho veces el nivel de azúcar que nuestro cuerpo requiere.
Es por ello que contrario a la vieja idea de empezar el día con un jugo, hoy los especialistas en nutrición y médicos de todo el mundo establecen algunos parámetros y sugerencias para la población en lo referente a la ingesta de este tipo de bebidas.
AZÚCAR Y MÁS AZÚCAR
Que algo sea bueno para la salud no significa que debamos comerlo en exceso. Es decir, es erróneo pensar que a más cantidad de frutas o vegetales concentrados, mayor será nuestro beneficio nutritivo. Siempre habrá sustancias que queden fuera de nuestro aprovechamiento e igualmente recibiremos otras que simplemente no necesitamos.
El jugo es una ‘vía fácil’ para ingerir azúcar de forma rápida, lo cual en algunos casos podría ser útil, aunque no es lo más común. Para ello juega un papel preponderante el estilo de vida de cada individuo. Es muy distinto beber un zumo y enseguida ir a sentarse frente a la computadora el resto del día, que hacerlo antes de emprender una demandante rutina de ejercicio, como pasa con los atletas.
En el mismo contexto, creer que un jugo matutino contribuirá a nuestro rendimiento es un mito; por el contrario, al iniciar el día, para el organismo es más urgente recibir agua natural, debido a la deshidratación nocturna tras casi ocho horas de sueño (en individuos regulares).
Quienes deciden incorporar zumos como parte de su régimen diario, necesitan diseñar un plan que les permita sacar el máximo aprovechamiento de sus nutrientes y el menor perjuicio en cuanto a cantidades de azúcar. En ese contexto los jugos mixtos, de verduras y frutas, son mejores que los de sólo verduras o sólo frutas, debido a que la combinación de ingredientes permite un más equilibrado aprovechamiento de las sustancias. Esto no debe adoptarse como una regla general, pues en cada caso hay que evaluar las concentraciones de nutrientes y contrastarse con las necesidades individuales de la persona. Existen personas que además de servirse un jugo acompañan su desayuno con un plato de fruta, lo cual representa un exceso y dista mucho de ser un alimento balanceado.
Otro aspecto clave que los especialistas indican tratándose de jugos se relaciona con su elaboración. Es fundamental que sean consumidos inmediatamente después de que las frutas hayan sido trituradas o cortadas, debido a que elementos como los antioxidantes y la fibra se pierden con el paso de los minutos.
Por otra parte es necesario subrayar que sin importar el proceso de elaboración del jugo (exprimir a mano o con máquina, por ejemplo), invariablemente se pierde un cierto grado de elementos como la fibra, por lo cual siempre es más aconsejable comer directamente la fruta.
NO TODO LO QUE SABE ES JUGO
En la actualidad encontramos en las tiendas una gran variedad de jugos envasados. En este caso es preciso tener el doble de cuidado que con los naturales. Lo primero a investigar es si realmente se trata de un jugo o sólo es una bebida con sabor a fruta o verdura.
En nuestro país, la Procuraduría Federal del Consumidor presentó en agosto de 2009 la Norma Oficial Mexicana para regular precisamente este tipo de bebidas en el mercado, debido a que la mayoría de los productos se anuncian como “naturales”, “a base de frutas”, etcétera. En ese contexto, la ley en cuestión indica que si los productos cuentan con más de un tipo de azúcar, o con aditivos en lugar de las frutas, o saborizantes, sólo pueden ser denominadas “bebidas saborizadas”. Jamás deben ser confundidas con jugos, pues en algunas marcas la cantidad de azúcares es tan alta como el de los refrescos y los niveles de nutrientes son nulos.
Esta información debe estar visible en una leyenda, colocada en el empaque de las presentaciones de todas las marcas. Aun así, la misma Profeco ha emitido una recomendación a los consumidores, que finalmente son quienes necesitan leer con atención la información de la etiqueta nutrimental, a fin de averiguar si los ingredientes son los más adecuados para su salud.
Los niños, las personas de la tercera edad y los diabéticos son quienes más deben tener cuidado al diferenciar entre jugos y bebidas saborizadas, pues son especialmente sensibles a sufrir algún tipo de problema por ingerir una cantidad de azúcar incorrecta para su condición y/o requerimientos.
MEJOR AL NATURAL
Las frutas y verduras son parte esencial de la buena alimentación, pero su consumo en forma de jugo no es apto para el diario, debe reservarse para un antojo. Si luego de esta información le queda alguna duda al respecto, consulte a un especialista en nutrición, quien le ayudará a determinar sus necesidades orgánicas y además le señalará qué ingredientes y cantidades son las más apropiadas para usted. No se trata de renunciar por completo a ellas, simplemente hay que aprender a sacar lo mejor de estas bebidas tan populares.
Correo-e: riturriaga@elsiglodetorreon.com.mx
Fuente: Licenciada en Nutrición Eliana Ortega.